Poemas

Es asombrosa la vida
cuando la miras despacio,
tratando de ver en ella
la imagen de un bello cuadro.

Es asombroso saber,
que la belleza del campo
¡pudiera ser superada!
por el pincel de un muchacho

que ha sabido componer,
como músico adiestrado,
las notas que dan color
en el lienzo blanqueado,

conjugando la belleza
de un paseo desolado
en la dulce compañía
del que camina a tu lado.

Extrayendo la ternura
de un olivo centenario,
donde se apoyó el Señor
antes de ir al Calvario.

Pone color en sus ramas;
¡verde oliva!, ¡verde agua!,
que muestran la eternidad
de aquel que espera el mañana.

Da vida al que no la tiene,
como la dura pizarra;
que muestra la sobriedad
del que se atreve a pintarla;
¡estática!, ¡gris de plomo!,
como que no tiene alma.

Mas los trazos del Pincel,
del Pintor y de su Alma,

transfieren esa vida
que a ella misma faltara.

Sabe plasmar en el lienzo
los cielos de Andalucía:
fuego en el atardecer,
luz clara en el mediodía.

Emociones en los rostros
de las personas que pinta,
mirando con profundidad
sin tener en ellos vida.

Pone el alma, ¡al descubierto!,
con el pincel y su vida
llenándolo de color
y de máxima divina.